Asumimos
acríticamente que las personas que están al frente de empresas o
administraciones piensan. Y no es necesariamente así, al menos si entendemos
pensar por elaborar lecturas propias de sus contextos para poder tomar
decisiones y actuar en consecuencia. Pensar debería ser algo más que enlazar
tópicos o adherirse a la última tendencia.
No pretendo hacer filosofía diletante, simplemente compartir unas notas sobre el pensar en las organizaciones.
Pensar
es construir lecturas propias a partir de la información y el conocimiento del
que disponemos. Pensar es levantar arquitecturas que constituyan soluciones. Es
la capacidad de cuestionar ortodoxias. Es escuchar y procesar con hábil empatía
lo que nos transmiten clientes, ciudadanos o colegas. Es filtrar una
información desmesurada para seleccionar vectores clave y evitar la parálisis
por análisis. Conectar cosas no evidentes es pensar creativamente. Pensar es la
habilidad en combinar profundidad experta con lateralidad inesperada. Pensar
puede ser recordar pero también destilar futuros del cruce de contextos y
trayectorias.
Las
organizaciones no viven de pensar, si no de actuar. Pero las organizaciones que
actúan con alguien capaz de pensar por sí mismo, tienen un carácter diferencial.
Pensar no es garantía de acertar, pero no pensar es apostar por la mediocridad
sin paliativos. Cuando las cosas nos salen mal hay una diferencia fundamental
entre error y fracaso: si no pensamos, persistimos en el error. Si pensamos
podemos aprender del fracaso.
Escribir
es un espejo del pensar. Es arriesgarse a compartir lo pensado. Es estar
dispuesto a contrastarlo. Deberíamos evaluar más a nuestros directivos también
para su capacidad de escribir. No me inspira confianza la gente a la que
siempre le escriben, me inspiran confianza los directivos que con papel y lápiz
garabatean el pensamiento. De la gente que nunca escribe sospechamos que
piensa.
Es
difícil liderar sin pensar. Algunos intentan liderar solamente con pláticas más
o menos adornadas. Pero liderar implica en parte la capacidad de anticipar, de
construir visión y trasladarla a la organización desde una lógica de confianza.
Liderar sin pensar es exponer tópicos insulsos enfáticamente.
¿dónde
aprendemos a pensar? En nuestro propio
perímetro relacional. Es un ejercicio individual, pensar se piensa sólo y
razonar se razona en equipo. Hay
personas que ante cualquier desafío nunca intentan construir una respuesta
propia. Para ellos pensar consiste en
escoger una respuesta que le proporcione el buscador Google o buscar
desesperadamente un libro que le evite arriesgarse a construir una propuesta
propia. Pensar también es arriesgarse a descubrir el Mediterráneo, pero es un
riesgo que merece la pena.
(la imagen pertenece una obra de Aelbert Cuyp)
Publicat a Diari de Terrassa 4.2.12
Publicat a Diari de Terrassa 4.2.12
6 comentaris:
05 de febrer, 2012 11:47
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Beatriz
ha dit...
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05 de febrer, 2012 16:33
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Miguel Carrión
ha dit...
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05 de febrer, 2012 18:25
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xmarcet
ha dit...
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05 de febrer, 2012 18:25
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xmarcet
ha dit...
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06 de febrer, 2012 02:54
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Jonathan Fiorotto
ha dit...
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06 de febrer, 2012 07:10
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La Mercè
ha dit...
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Xavier, me ha encantado el post de hoy. Desgraciadamente tenemos muchos directivos que no piensan y que actúan por impulsos. Si se le diera valor a "pararse a pensar" otro gallo nos cantaría.
Gracias por pensar y compartirlo.
!Pensar¡ Xavier abres una puerta a poder ordenar una disciplina training los aprendices a pensar. La vida te permite conocer a muchos personajes,con esta práctica expuesta, he detectados que aún pareciéndolo y ocupar cargos desisores NO PENSABAN y los voy a tachar de mi agenda de humanos racionales guardados en mi memoria. Pensar es ser hombre libre.
Un buen post. Fecidades¡
Gracias Beatriz y Miquel, gracias por vuestros comentarios, Xavier
Gracias Beatriz y Miquel, gracias por vuestros comentarios, Xavier
Muy buen articulo, felicitaciones y saludos desde Argentina. Si lo trasladamos a la política, pareciera ser que los lideres del sur europeo actúan sin pensar, como nuestros presidentes aquí en los 90, ojala no obtengan el mismo resultado.
Tu post (como todos los que escribes) me ha hecho pensar.
Creo ver también que se piensa poco y lo peor es que la gente confiamos que quienes deben pensar ya lo hacen. Tiene consecuencias realmente graves tanto el hecho de "actuar/decidir sin pensar" como el de dar por supuesto que, quienes deben pensar, ya lo hacen (aún hay quien espera de nuestrxs políticxs que resuelvan la situación cuando en realidad cada día, decisión a decisión, la van agravando!).
Tu post también me ha hecho dudar (pensar, vaya). En tu post diferencias pensar de razonar, dices que " pensar se piensa sólo y razonar se razona en equipo". Para mi existen distintos tipos de pensar, pero todos los "pensares" creo que se construyen en la interacción: dialogando con unx mismx, dialognado con pensadores que han escrito su pensar, dialogando con otros.
Creo que el ritmo frenético de nuestra actual existencia, saturada de información y pensamientos (también escritos) ha colapsado los procesos de toma de decisiones. Ahora "pensar" es mucho más complejo que antes porqué, aunque dices que se piensa poco, a la vez son muchxs lxs que piensan y escriben (como tu).
En definitiva, yo creo que "antes" (cuando pocxs construían discurso) era fácil "entender y escoger" (es decir, decidir). Ahora es muchísimo más complejo.
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