Las
bibliotecas particulares eran un material fundamental para construir biografías
sólidas. Por supuesto los archivos de correspondencia eran el testimonio clave del devenir de una vida.
Era una memoria física: libros, cartas, fotografías. ¿cuántos libros, fotografías y cartas
definían la densidad de una vida?
Y
ahora ¿cuántos Gb definirán la intensidad de nuestras vidas? ¿Cuántos archivos
de Word, cuántos powerpoint, cuántos tweets, cuántos post ? ¿cuántos miles de
fotografías o horas de vídeo? Construir biografías será, una vez más, rastrear
archivos, miles y miles de correos electrónicos en cuentas diversas….
Será
lo mismo, quizás menos glamuroso, pero lo mismo, no perderse en la enorme
información periférica que generamos y saber centrarnos en la esencia de una
vida, en los bytes clave de una trayectoria.
(La imagen pertenece a una obra de Rembrandt)
Comentarios
Por otra parte, creo que los buscadores y exploradores tendrán que mejorar mucho para gestionar las cantidades de información que se están generando y poder encontarr alguna aguja en tanta paja.
Mario Alegre