España: el dinero público para innovación se reduce de
nuevo. Igualmente se reduce el dinero
para investigación ¿es discutible como política? sí ¿es negable cómo contexto?
No.
Llega
la hora de la verdad. La devaluación que no se puede realizar por política
monetaria se realiza por otros medios. Ahí está. El gasto público se
reestructura drásticamente y afecta a la investigación y a la innovación. Podemos pensar que es un
error (lo pienso) pero es lo mismo que piensan todos en su sector (salud,
educación, cultura, etc). A todos nos
afecta el recorte y ante ello, unos se limitarán a describir el paisaje
amargamente y otros aprenderán a moverse en
este contexto adverso.
Ante
ello se impone un cambio de cultura. Las lógicas institucionales se diluyen y emergen
las lógicas de negocio. La innovación que nazca y crezca para negocio
subsistirá porqué es la forma de ser competitivo. La innovación que solamente
anidaba en lógicas institucionales muy lejos del core business, decaerá.
Algunas
reflexiones al respecto, 4 puntos sobre innovación y un par sobre investigación:
1. Las
empresas vincularán todavía más innovación a negocio y eso las hará más
competitivas. Aquellas empresas que innovaban por subvención y no por
convicción, intentarán desafiar todos los estudios y mantenerse en los mercados
sin innovar.
2. Aquellas
empresas que querían innovar traspasando el riesgo a la administración, o
cambian de cultura, o no innovarán. Algunos
intentarán algo tan lógico como hacer la innovación más eficiente, pero
los que quieran excluir todo riesgo, no innovarán. Las oportunidades vienen
preñadas de riesgo.
3. Las
empresas que innoven sin dinero público asumirán más riesgo que los
competidores de otros países que cuenten con ayuda pública. No lo tendrán
fácil, pero operarán un cambio cultural que les hará más resilientes y su innovación
tendrá la autenticidad de la convicción. Serán empresas innovadoras más que
empresas que hacen innovación. Seguramente estas empresas internacionalizarán
su innovación para evitar fallos de mercado por falta de ayudas públicas en sus
oportunidades más arriesgadas.
4. La
innovación es el arte de la diferenciación aplicada. Ahora tocará, no solamente
innovar en producto o servicio, tocará innovar en la forma de innovar, en la
forma cómo se gestiona la innovación. En el contexto español innovar sin ayudas
públicas será lo habitual en años, con lo cual,
se depurará el parque de empresas innovadoras, pero aquellas que
consideran que innovar es su forma de estar en el mercado, es su cultura,
redoblarán el esfuerzo y construirán oportunidades para sus mercados. No
innovar porqué no hay dinero público será la excusa de los que nunca han creído
en la innovación.
5. Los
investigadores que no admitan que no es lógico que la excelencia científica no
sepa valorizarse, tendrán muchos menos recursos y se quejarán ruidosamente,
pero perderán muchas oportunidades ante
aquellos investigadores relevantes que se esfuercen en construir proyectos
junto con empresas, ante los investigadores que sepan impulsar spin – off que
crezcan o aquellos que gestionen hábilmente su propiedad intelectual. La
valorización será un factor diferencial.
6. No
hay que olvidar que la inversión pública en investigación será fundamental.
Solamente hay que ver el caso USA para saber que la inversión pública es básica
pero con una diferencia, la tasa de valorización que logran en sus mejores
ecosistemas ( California y Massachusetts)
es muy superior a la española.
Estamos
ante un gran reto. Investigar para valorizar e innovar para hacer negocio. Todo
aquello que se enmascaraba en lógicas institucionales se reduce a mínimos. La
lógica institucional como lógica preponderante de la innovación llega a su fin.
Nos queda, para bien y para mal, la lógica
de negocio.
(la imagen pertenece a una obra de Rembrandt, con esta empezamos una pequeña colección de imágenes suyas, todas ellas extraordinarias)
Comentarios
http://gianlluisribechini.com/?p=2074
Por otro lado ya sabiamos que durante muchos años determinadas empresas innovaban porque habia subvención.
Ahora veremos las innovadoras por convicción.
Solo matizaría o añadiría, con tu permiso, algunos apuntes:
1) Respecto del pto-5, que me parece el más polémico (aunque lo suavizas con el 6), dejemos claro que hablamos de "innovar", y no estamos extrapolando el asunto a "investigar". Porque la "lógica institucional" (por llamarla de algun modo) en la "I" sigue siendo totalmente justificada, y ésa también se la están cargando. Vamos a distinguir bien la "I" de la "i" que responden a principios y motivaciones distintas. Si mezclamos ambas, nos equivocamos, y no me gustaría que fuera eso lo que se interprete de tu artículo, y es como algunos están explicando el recorte en I+D pública.
2) Los buenos investigadores que se nos vayan, por aplicar la lógica empresarial cortoplacista de la "i" de innovación a la "I" de investigación (actividades que, como sabes, tienen una asunción de riesgos y un tempo de valorización totalmente distintos), nos costará el doble o el triple que regresen. Se habla mucho de lo buena que es la movilidad, pero muy poco de ese sobrecoste
3) Hay una parte de "i", de innovación, que no la hacen las empresas. Podríamos incluir ahi la "innovación pública" y algunas que no tienen que ser necesariamente "rentables". Ésta hay que seguir financiándola desde una "lógica institucional", y conviene que no subestimemos esa parte porque tambien tiene que ver con el bienestar de los ciudadanos.
Y por terminar. En cuanto a los recortes tendríamos mucho, muchísimo que discutir. No tengo, Xavier, esa visión tan determinista. Hay muchas formas de "recortar". Solo hay que ponerse con lupa a ver dónde recortan mas, y dónde menos, comparar, para saber qué criterios hay detrás de esas tijeras. Hay ministerios más importantes que otros desde una lógica del bienestar integral, que no es la que se está siguiendo.
Gracias por hacernos pensar...
Bravo Xavier, esta frase es absolutamente clave. Como como de costumbre, una entrada realmente inspirada.